Archivo de agosto 2010

31
Ago
10

Velorio de un corazón putrefacto

Y en un tarrito bajo el sol, mi corazón de descompone al son de las mandíbulas de los gusanos. Qué triste verlo allí, solo, malherido, agusanado. Mi corazón allí arrumbado, roto, descompuesto, fragmentado, hecho añicos y pudriéndose al sol. Arrumbado, hundido en su tristeza, en su dolor, entregado al rítmico correr de los días. Sin tener noción del tiempo, sin recuerdos, ni espacio, ni olvidos. Cuanta pena me da verlo allí; arrumbado, moribundo.

Cuando lo veo tirado, hediendo, sé que lo voy a extrañar. Me dan ganas de abrazarlo, de sacudirle los gusanos y limpiar con lágrimas sus heridas. Me dan ganas de gritarle, de pedirle perdón. De gritarle  por favor, que me perdone! Por no haber sabido cuidarlo. Por haberlo arrojado tantas veces contra los muros falaces del amor. Por no haber sabido sacarlo del juego a tiempo. Por no haber sabido resguardarlo de las mentiras, que algunos llaman piadosas, pero suenan a cuchillas.

Y ahora está allí, tirado, arrumbado en un rincón del patio, mohoso, triste y agonizando. Es tarde para resucitarlo, no supe cuidarlo y ahora está muriendo. Lo estoy velando. En un rincón putrefacto de este patio abandonado. Sé que lo voy a extrañar, cuando ya no crea en lo que antes creía. Cuando ya no sueñe, porque no haya nada en qué soñar. Cuando ya no queden ganas, ni siquiera de llorar.

W.E.

31-08-10

28
Ago
10

Diario esquizofrénico I

No sé si va a volver. Tampoco sé si quiero que vuelva. Me siento bien sin tener que subir una escalera. A veces la extraño. Sobre todo cuando me acuerdo de aquellas noches en que el mundo desaparecía y bailábamos desnudas sobre un pasamanos. Pero esa era ella, no yo. Es decir, ya no soy ella. Aquella yo ya no me interesa, ni las escaleras. ¿A quién le importan las escaleras? A mí no. Yo estoy bien, ya puedo ser yo sin ella, sin esas yo que era. Sin esa yo con la que me pasaba noches enteras inventando un mundo de papel, y sin escaleras. Bueno, en realidad había escaleras. Esas escaleras que yo no nunca quería subir y a ella le fascinaban. A ella le gustaba conocer gente, salir con tipos diferentes cada vez. Decía que le subía la autoestima que dejaran a sus parejas un rato y se embriagaran en su cuerpo. Yo nunca entendí mucho eso. Más bien me daba algo de lástima, me parecía que buscaba afecto donde no lo había, en las escaleras. Pero ella nunca me escuchaba. Mi voz era muy débil, más cuando subía que cuando bajaba. No digo que ahora mi voz sea más fuerte, pero desde que se la llevaron me siento un poco más segura.  Ella decía que el sexo era la mejor medicina y yo sentía que lo único que hacía era descargar angustias, ansiedades, como si buscara destruir con una escalera su propia integridad. Pero ¿qué podía hacer?, ella siempre me hacía hacer cosas que yo no quería. No podía decir que no. No sabía cómo. Ahora que no está me siento mejor. No sé si la extraño. Esta nueva vida me gusta, no tengo que cocinar, ni limpiar el cuarto, me lo limpian. Tampoco me dejan acercarme sola a las escaleras. A veces me tienta probar qué pasaría si volviera. ¿me atrevería a enfrentarla, a decirle que no la necesito, sabría decir que no a sus caprichos suicidas? ¿quién sabe? Por las dudas prefiero que no vuelva, que la tengan encerrada. Aunque a veces extrañe el vértigo de sus escaleras. Prefiero que no. Que no vuelva. Quiero ser yo sin ella.

Son las tres en punto. En quince minutos entra la enfermera con su sonrisa falsa y se ofrece amablemente a acompañarme al consultorio del psiquiatra, como todos los jueves. El consultorio queda en la planta baja. Hay que bajar las escaleras, por eso se hace la simpática y me acompaña, tienen miedo de que me provoque un ataque  esto de acercarme a la escalera. ¿No se da cuenta de que bajar no me molesta? Al psiquiatra tampoco me lo banco, insiste en que le hable de alguien que no soy, no puede entender que ella se fue, que no puedo verla porque se la llevaron. Parece que la internaron en un loquero y no es bueno que me vea, dicen que perjudico su tratamiento.  Yo estoy de acuerdo, tampoco quiero verla, estoy tranquila y si  es lo mejor para ella…




Sobre la Creatividad

"Uno se pierde en su vida, en lo que escribe, en hacer una película, precisamente cuando quiere interrogar a la naturaleza de la identidad de algo. Ahí fracasa, porque entra en clasificaciones. El problema consiste en crear algo que ocurra y circule entre las ideas, algo que se mantenga innombrable, y así a cada instante tratar de darle una colocación, una forma y una identidad que nunca dice lo que es. Eso es el arte de vivir! Es matar a la psicología para crear, con uno mismo y con los otros,individualidades, seres, relaciones y cualidades que no tengan nombres"
M.Foucault

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«Day after day I must face a world of strangers where I don´t belong»

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